26 sept 2012

Largó la “Oktoberfest”, la fiesta de la cerveza más grande del mundo

Por Richard Carter-AFP

La mayor fiesta de la cerveza del mundo, la Oktoberfest, arrancó este sábado en Múnich con la apertura del primer barril que marca el inicio de 16 días de música, tradición y, sobretodo, de consumo de millones de litros de la reina de las bebidas bávaras.

Con el tradicional grito de "O'Zapft is" ("¡Ya está abierto!) el alcalde de Múnich, vestido con el traje típico, abrió al mediodía el primer barril de cerveza de la fiesta y ofreció una jarra de un litro (la llamada "mass") al jefe de gobierno regional de Baviera, Horst Seehofer, eufórico.
La lluvia no frenó a los centenares de personas que desde las ocho de la mañana, dos horas antes de la apertura, hacían cola en las principales carpas de la Oktoberfest donde se sirve la cerveza.

Olivia Dassler, de 19 años, y Brittany Cowan, de 20 años, de California, vinieron desde la universidad de Florencia (Italia), donde están estudiando.

"Para todos los que van al extranjero, la Oktoberfest es lo primero que reservan, lo primero que quieren hacer", explica Brittany, luciendo un elegante "dirndl", el tradicional vestido bávaro con un generoso escote de color rosa.

"Si lo pasamos bien volveremos el próximo fin de semana. Hemos oído muchas cosas buenas sobre la Oktoberfest", explica.

Para su amiga Olivia, vestida con un elegante vestido blanco, los trajes tradicionales son lo mejor de la fiesta. "Nunca había venido a Alemania antes y cuando pienso en Múnich pienso en los vestidos. Ya sé que son un poco tópicos pero ¡son monísimos!", asegura.

Se prevé que más de seis millones de personas de todo el mundo participen en esta edición, en la que se consumirán unos siete millones de litros de cerveza en las 35 carpas gigantes instaladas en un terreno de 26 hectáreas de Múnich.

Algunas de las carpas las alquilan grandes empresas que reciben a sus socios, a sus clientes y a los periodistas.

Para acompañar la bebida, los participantes comerán decenas de miles de bretzels, knodel (masas redondas con carne, sémola o pan) y otros platos típicos de Bavaria. El año pasado, se comieron en la Oktoberfest 118 bueyes y 53 terneras.

Más de 200 años de historia

Andreas Maffey, un piloto de avión bávaro de 33 años, está orgulloso de participar en la fiesta. "Tenemos la suerte y el privilegio de tener el mayor festival del mundo a nuestra puerta", explica.

"Durante la Oktoberfest reservo cada día mi mesa pero no puedo venir todos los días porque mi hígado no lo soportaría", bromea el piloto, aunque asegura que este sábado tiene previsto beber unos ocho litros de cerveza.

Aunque la fiesta se celebra desde hace 202 años, la de 2012 es la número 179 porque las dos guerras mundiales, dos epidemias de cólera y la hiperinflación de los años 1920 obligaron a suspender 24 ediciones.

Aunque la inflación no tiene nada que ver con la del período de entreguerras, los participantes de este año se han quejado de lo que consideran un aumento vertiginoso del precio del litro de cerveza, que cuesta entre 9,10 y 9,50 euros.

En los últimos diez años el precio de la "mass" (la jarra de un litro) ha aumentado un 43% y existe un movimiento ciudadano que intenta estabilizar el precio alrededor de los 7 euros.

Como cada año los turistas del mundo entero vienen a Múnich para vivir esta fiesta tradicional alemana donde los hombre visten los tradicionales pantalones de cuero bordados y las mujeres unas faldas largas y un corsé con escote generoso.

Los pantalones de cuero están considerados los mejores para beber porque tiene elasticidad y se van adaptando al volumen del vientre a medida que crece bajo los efectos de la cerveza.

La fiesta de la cerveza tiene su origen en la boda del que iba a ser rey de Baviera, Luis I, con Teresa von Sachsen-Hildburghausen, el 12 de octubre de 1810. Más tarde se adelantó al mes de septiembre, cuando en Baviera hace mejor tiempo.

En los últimos años la fiesta se convirtió en un acontecimiento internacional y ahora también se celebra en Australia, Brasil, Canadá, China, Estados Unidos y Rusia.

La edición de este año terminará el 7 de octubre.

Oktoberfest o cómo beber 7 millones de litros de cerveza en dos semanas


La mayor fiesta de la cerveza del mundo está abierta ya en Múnich hasta el 7 de octubre. Los organizadores confían en superar la cifra de visitantes del año pasado: casi siete millones, que consumirán como mínimo un litro de cerveza cada uno. Beber, comer, cantar y bailar es la oferta de la Oktoberfest, un acontecimiento en Alemania que es también un multimillonario negocio desde hace 200 años.
 
Brindis con cerveza en la Oktoberfest
«O'zapft is» (»¡Ya está abierto!»), gritó el alcalde de Múnich, Christian Ude ,golpeando dos veces el primer barril. Así quedó inaugurada, en una tarde lluviosa, una de las fiestas populares más grandes del mundo. El mal tiempo no echó para atrás a miles y miles de personas que, siguiendo la tradición, van al Prado de Teresa con sus lederhosen, los pantalones de cuero típicos de Baviera, y el dirndl, el traje regional de las mujeres. 

Lo más comentado en esta edición es la subida del precio del elemento base. La jarra de cerveza cuesta un 35% más que el año pasado. El precio medio sube hasta los 9,35 euros. Según cifras de los propios organizadores, hace diez años era de 6,50 euros. 

En un país en el que cada alemán consume una media de cien litros de cerveza al año, la mitad de la población, según las encuestas, considera que la Oktoberfest es uno de los grandes momentos del año; para otros, es un espectáculo de borracheras y excesos. El año pasado se bebieron 7 millones de jarras de cerveza, la popular Mass de un litro. 

Pero además se consumieron ochenta mil litros de vino, medio millón de pollos asados, 300.000 salchichas y 70.000 piernas de cerdo. Para compensar esa posible mala imagen, este año se han aumentado las actividades infantiles y para toda la familia, más lúdicas y menos etílicas. 

La Oktoberfest celebra en 2012 su 179 edición. Nació en 1810 con motivo del matrimonio entre el Príncipe Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia y Hildburghausen y desde entonces, solo las grandes guerras han obligado a interrumpirla. 

Arranca el festival de la cerveza Oktoberfest 2012

Desde este sábado y hasta el próximo día 7 de octubre se espera que pasen hasta siete millones de visitantes de todo el mundo por el recinto de la Wiesn en Munich.



Berlín | Sábado 22 de septiembre de 2012 EFE | El Universal

El Oktoberfest de Múnich, la más popular y tradicional fiesta cervecera del mundo, arrancó hoy a las 12.00 hora local (10.00 GMT) al ritual grito del "O'zapft" ("está abierto") con que el alcalde, Christian Ude, encajó a mazazos el grifo en el primer barril y empezó el fluir cervecero. 

Desde este sábado y hasta el próximo día 7 de octubre se espera que pasen hasta siete millones de visitantes de todo el mundo por el recinto de la "Wiesn" , como se apoda a la Theresienwiese o Prado de Santa Teresa donde tiene lugar la fiesta. 

Esta fue la cifra récord del año pasado y, aunque no hay una cifra oficial de cuál es el "objetivo" para este año, en Múnich se espera lograr, por lo menos, la de seis millones y medio de asistentes. 

Se espera, asimismo, un consumo "mínimo" de 6,5 millones de litros de cerveza, pese a que este año el precio de la "Mass" o jarra de un litro de cerveza se situará entre los 9,20 y los 9,50 euros, algo más que el año anterior. 

Además del millonario consumo cervecero que da nombre y señal de identidad a la fiesta, se espera que los visitantes den cuenta de 30.000 kilos de pescado, 330.000 salchichas y 80.000 litros de vino, de acuerdo al cómputo de años anteriores. 

Las carpas de la "Wiesn" se llenarán para su 179 edición de turistas de todo el mundo bebiendo y cantando con bávaros y alemanes del resto del país, entre camareras de escote pronunciado, de acuerdo al traje típico local, y transportando sin inmutarse hasta una decena de enormes jarras a un tiempo. 

No hay apenas variaciones a ese programa, más allá de algunas innovaciones para el público infantil, además de las norias y demás atracciones de todos los años, como es una nueva cueva de los horrores, al parecer más terrorífica que sus predecesoras, según los organizadores. 

Se reedita así una fiesta nacida en 1810 con motivo del matrimonio entre el Príncipe Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia y Hildburghausen, que culminó con una carrera de caballos. 

La fiesta tuvo tal éxito en su estreno que siguió celebrándose año tras año y creciendo, hasta coronarse como la más multitudinaria en su género, en el corazón de la asimismo capital por antonomasia de la cerveza.  

En toda su historia, la multitudinaria fiesta sólo fue cancelada en tiempos de guerra. 

Las medidas de seguridad se reforzaron tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y ante los temores a un ataque del terrorismo islámico contra la multitud que se concentra día a día en la "Wiesn" . 

Hasta ahora, el más trágico atentado ocurrió en 1980, en el que un neonazi acabó con la vida de trece personas e hirió a otras 200. 

La enorme popularidad de la Oktoberfest esconde, en lo que al ciudadano alemán se refiere, una estadística que evidencia el alto nivel de rechazo que la fiesta despierta en el país. 

Un 42 % de los alemanes afirma "imaginarse" participando de la fiesta, frente a un 43 % que asegura jamás pisará la "Wiesn" , según una encuesta del instituto demoscópico Ipsos. 

El principal motivo de rechazo no es la cerveza sino los excesos e imágenes de borracheras descomunales que asimismo forman parte del paisaje tradicional de la "Theresienwiese" en esos días. 

Se espera que el momento de máxima concentración de personas en la presente edición sea el 3 de octubre, Día de la Unidad Alemana y fiesta nacional, cuyo acto central se celebra de forma rotativa en los 16 "Länder" y que este año corresponde acoger a Múnich.