Santiago de Cuba-. Cuando hace dos años la Cervecería Hatuey cumplía su 80 aniversario varias cuestiones de la fábrica me llamaron mucho la atención. Primero podemos denotar el crecimiento estructural que ha tenido la misma en el último medio siglo. De la antigua fábrica sólo queda un viejo edificio donde, según cuentan los más veteranos, radicaba una fabriquita de hielo.
En las paredes descascaradas de esa añeja edificación, protegida del tiempo por varias estructuras metálicas en desuso, se puede observar el primer sello que adquirió la cerveza en 1927. Allí, se encuentra el genuino indio Hatuey en la imagen olvidada de las primeras botellas.
¿Quién es este indio que tan diferente se ve del rebelde Hatuey?
El historiador Calafell, cervecero avezado en la historia de la Hatuey, me comentaba en una visita a la cervecería que algunas indagaciones con los antiguos trabajadores de Bacardí hacían presumir que el indio "del norte" no es otro que el gran guerrero Pontiac.
Aunque extraño para los cubanos, Pontiac era el símbolo indio de los Estados Unidos, el guerrero audaz, valiente, y libertador que había organizado en una comunidad guerrera a influyentes tribus americanas para echar de su territorio a los ingleses ocupantes. Sin dudas, una figura reconocida por los norteamericanos y sin equívocos, un elemento importante en el consumo de una bebida como lo Cerveza Hatuey, por parte de los compradores potenciales que representaban los estadounidenses.
Sin embargo Pontiac no deja de ser un personaje importante en la historia de la rebeldía de los indios contra el poder europeo.
El gran jefe indio nació en 1720 en el área de Detroit. Su madre era Chippewa y su padre Ottawa. El pequeño Pontiac se crió como un miembro de la tribu de su padre, dedicada al comercio de pieles con los franceses. En 1755, Pontiac ya se había erigido como jefe de su tribu: los Ottawas.
Dentro de sus proezas se cuenta la importante unificación de su tribu, en 1763, con los delawares, shawnis, miamis, chippewas entre otros, con el objeto de exterminar a los ingleses y expulsarlos de toda la región del Oeste. El indio que desde entonces figura en la etiqueta de Hatuey bien pudiera ser la estampa de este otro guerrero que aún con el historial que exhibe, no deja de ser un símbolo estadounidense, algo muy conveniente para los Bacardí en aquel entonces.
La figura de Pontiac es tan propia de los Estados Unidos que poco antes del surgimiento de la Hatuey, en 1926, su imagen resultó ser idónea para una marca de automóviles norteamericanos fabricados por la subsidiaria Oakland Motor Car de General Motors, y que aún tiene gran aceptación entre los consumistas del Norte.
Aunque todo parece indicar que la nueva imagen del indio fue fruto de las propuestas de los diseñadores de OTPLA, la venia de Bacardí afianzó de manera ya incorregible el error que durante más de cincuenta años acompaña a la Cerveza Hatuey.
Hoy Hatuey es la cerveza más consumida en la ciudad de Santiago de Cuba. El abanico de marcas nacionales y extranjeras que se abre entre los consumidores de cerveza deja un espacio respetable para ella. Su caldo no abandona la esencia del trópico que llevan en sí los productos licoreros de esta región cubana.
Por eso sigue siendo “la gran cerveza cubana”, porque llega a todos los santiagueros y acompaña, desde hace más de 80 años, nuestras penas y alegrías.
Tomado de TV Santiago
No sé que tipo de cebada están utilizando que a veces tiene un sabor ahumado pero para mi sifue siendo muy bheuna cerveza. Israel Hernández Planas. Periodista TV
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