24 ene 2016

Cerveceras españolas: La Zaragozana (Zaragoza, 1900)

Por Yordanis Ricardo Pupo
La Zaragozana S. A. comercializa una gama de 14 cervezas, que son envasadas en más de 60 formatos, lleva en activo desde el año 1900 y sigue elaborando toda su producción en el recinto fabril original, dentro de la ciudad de Zaragoza, en la comunidad autónoma de Aragón.


Es la cervecería en activo más antigua de España y sus procesos de elaboración siguen siendo tradicionales: posee una maltería de principios del siglo XX y la única sala de fermentación en tinos abiertos del país. 


Fue creadora de la primera cerveza sin alcohol 0,0 (año 1976, Ámbar Sin, fue muy popular en los países árabes), fabrica la única cerveza en España de fermentación a alta temperatura (Ámbar 1900), y la única cerveza negra elaborada con azúcar de caña en Europa (Ámbar Negra). 

Actualmente sus cervezas, lideradas por la Ámbar Especial, se exportan a 20 países y en España siguen creciendo y ganando cuota de mercado, no solo en Aragón donde son líderes (50% en la provincia, 80% en la ciudad de Zaragoza), sino también en Galicia y la cornisa cantábrica, aparte de reforzar su presencia en autonomías como Extremadura o Andalucía (la cuota nacional es del 2%).


En el canal de hostelería tienen una menor presencia pero en los lineales de supermercados de todo el país poco a poco van apareciendo sus diferentes marcas, algunas con más de cien años de historia, de cuando se fundara su “Fábrica de Cerveza, Malta y Hielo”, el 10 de julio de 1900.

Aunque la compañía se empezó a gestar unos años antes: en 1898 un grupo de amigos influyentes de Aragón, entre los que se encontraba el alcalde de Zaragoza, Ladislao Goizueta, encuentran en la fabricación de cerveza una salida a la abundante cebada que se cultivaba en esa región.

La construcción de la fábrica se basó en el modelo de los centros cerveceros de Alemania, el país de mayor experiencia en la materia y de donde procedían la maquinaria (que, en buena parte, ha llegado en plena actividad hasta nuestros días), los técnicos de montaje y el primer maestro cervecero (Carlos Schlaffer).

La producción de la cerveza encontró rápidamente un notable reconocimiento internacional a su calidad: en la Exposición Internacional de Londres (1902) obtuvo el Diploma de Honor con Gran Medalla de Oro y, pocos años después, Medallas de oro en las de París, Madrid y en la hispano-francesa de Zaragoza (1908).

En un principio, producía dos tipos de cervezas: una rubia y una negra, que se comercializaban en envases de vidrio de fabricación artesanal y, más tarde, en toneles. El reparto se efectuaba mediante carros tirados por caballos, que han llegado a constituir el símbolo de la marca Ámbar, lanzada con ese nombre en 1929. 

Durante los años de la posguerra, la fábrica sufrió la escasez de su principal materia prima: la cebada; ello motivó una escasa distribución y la necesidad de importar cebada de Rusia y Oriente Medio. Como producto complementario, la fábrica elaboraba y distribuía barras de hielo.

Los sucesivos avances sociales y tecnológicos van a condicionar en los años siguientes un notable aumento en la venta y producción de cerveza, así como mejoras e innovaciones en el producto. 

En los sesenta, el consumo de cerveza se generaliza, realizándose ya la distribución por medio de camiones. Por otra parte, las mejoras en la fabricación de envases de vidrio favorecen la difusión de la cerveza y el despegue del consumo casero.

A finales de la década de los sesenta se generaliza la distribución en barriles metálicos de aluminio, que serían más tarde sustituidos por otros de acero inoxidable. En 1966, gracias al aumento de capacidad de los tanques, pudo aumentarse la producción, y la instalación de una cadena de envasado de latas permitió alcanzar un ritmo de fabricación de 35 mil a la hora.

En 1970 se pone en marcha una nueva planta embotelladora automática, que permite la pasteurización del producto y, en el ´76, se montaron los primeros tanques verticales de gran capacidad, lo que permitió aumentar progresivamente la producción para satisfacer las necesidades del mercado.

También la presentación del producto embotellado experimentó un importante cambio de imagen en 1979, con la sustitución del embalaje en cajas de madera por las actuales de plástico, lo que supuso mayor limpieza y comodidad en el manejo.

La Zaragozana obtuvo, en 1998, la certificación de calidad ISO 9001, siendo la primera industria cervecera española en conseguirla y, en el año de su centenario, abrió en su fábrica un museo que muestra el proceso de elaboración de la cerveza, la historia de la compañía y los productos que actualmente comercializa.

El museo también cuenta con el denominado Espacio Ámbar, un salón social de degustación, que se utiliza para realizar presentaciones de patrocinios, productos y campañas.

En 2006 inició un plan estratégico cuyo objetivo era garantizar el futuro de La Zaragozana, mediante un ambicioso plan de expansión. Una de las primeras acciones fue la construcción de un nuevo centro de envasado en La Cartuja (Zaragoza), con una inversión de 18 millones de euros, que permitió triplicar su capacidad.

También fue uno de los principales patrocinadores de la Expo Zaragoza 2008, donde presentó la Ámbar Especial sin gluten, apta para celíacos y Ámbar Caesaraugusta, la primera cerveza de trigo española, con la que rinde homenaje a la milenaria historia de la capital aragonesa.

Según el Heraldo de Aragón, en 2014 la compañía presentó un plan de inversiones hasta 2018, por valor de 100 millones de euros, que pretende doblar su cuota de mercado en España hasta el 4%.

Foto: @yricardo
La cervecera aragonesa alcanzó, ese año, una producción de 66 millones de litros y un beneficio de 70,6 millones de euros. 

Actualmente el grupo es parte del holding Agora, S.A., mantiene su capital íntegramente español y es propietario, además, de la distribuidora comercial Bebinter y de Cobecsa, productora de Agua de Lunares (Jaraba, Zaragoza) y de refrescos Konga (Rincón de Soto, La Rioja).

En 2015 han renovado la imagen de la cerveza Ámbar Especial, introduciendo un triángulo dorado, que viene a representar los tres ingredientes básicos de la cerveza: agua, malta y lúpulo; y las tres provincias de la comunidad autónoma de Aragón.


Principales fuentes consultadas:

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