Fotos: @yricardo
Para celebrar sus 125 años de historia, en 2015 Mahou lanzó una reedición especial de uno de sus envases más emblemáticos, El Litro, objeto icónico de la cultura popular de los años setenta y ochenta.
La botella de litro de Mahou, conocida popularmente como ‘el litro’ o ‘litrona’, ha sido desde su nacimiento un producto ligado al entorno doméstico y a la alimentación. Su presencia en las costumbres cotidianas como el aperitivo, comidas y cenas diarias o las ocasiones de disfrute al aire libre como las meriendas en el campo y picnics, han hecho de El Litro de Mahou un envase íntimamente ligado al día a día de la sociedad española de la época.
En junio, la compañía puso a la venta a través del canal alimentación una nueva reedición de El Litro, hermana mayor del Botijo, del cual ya se realizó una reedición especial a finales de 2014 en bares y restaurantes de la capital española.
La historia de El Litro de Mahou se remonta en los años setenta, aunque surge en parte gracias a la botella de tres cuartos de litro que nace entre los siglos XIX y XX. Esta antecesora de El Litro tuvo su auge en los años veinte y quedó inmortalizada para la historia en el célebre cuadro de José Gutiérrez Solona “La Tertulia del Pombo”.
Tras la enorme demanda de cerveza en los años sesenta, surge la necesidad de traer nuevos formatos más afines a la sociedad de la época. En los años setenta aparecía El Litro, que seguía conservando el color marrón característico de la marca, garantía de la óptima conservación de la cerveza. Su diseño era más achatado y de cuello más corto que los envases anteriores. Su imagen era más moderna, con casco retornable y serigrafía sobre blanco con la leyenda “Cerveza elaborada en España”.
En los Ochenta, la marca sustituye el tapón corona (o chapa) por el tapón de rosca. Esta novedad permitía la conservación del producto en la nevera tras su apertura, pudiendo disfrutarla en diferentes momentos. Paralelamente, en un contexto social de cambio y vanguardia, también fue adoptado por los jóvenes para su consumo lúdico en momentos de encuentro.
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